Now Reading
PETAURO DEL AZÚCAR Sus primos son el canguro y el koala, y como su nombre lo dice, gusta de comer “azúcar”

PETAURO DEL AZÚCAR Sus primos son el canguro y el koala, y como su nombre lo dice, gusta de comer “azúcar”

También conocido como falangero del azúcar, es un pequeño mamífero del orden de los marsupiales. Es “primo” de otros animales bien conocidos como el canguro o el koala. El nombre del animalito hace referencia a algo muy simple: le encanta el azúcar.

Si el petauro pudiera elegir un solo alimento, él comería azúcar. Afortunadamente para sus dientes, este rico manjar no siempre está disponible para comer en el bosque, pero sí lo están las pequeñas arañas, ratoncitos, lagartijas y pájaros de pequeño tamaño, o bien, la savia de los árboles, el néctar de las flores o los frutos de temporada.

Un petauro adulto suele medir entre 26 y 36 centímetros, contados, eso sí, desde el principio de su hociquito hasta la punta de esa cola frondosa que mide tanto como su alargado cuerpo. Como suele suceder en la naturaleza, los machos de la especie suelen pesar algo más que las hembras: entre 120 y 160 gramos los primeros y entre 100 y 120 gramos las segundas.

Los Mejores Regalos

Si tuviéramos que comparar al petauro del azúcar con un animal parecido, seguramente elegiríamos a una ardilla. Comparte con ella numerosos rasgos físicos, como la pequeña cabeza redondeada o sus grandes y profundos ojos oscuros. Pero el pequeño petauro presenta otros rasgos que le diferencian de otras especies: sus largas orejas con los bordes de color negro, su hocico afilado con la punta sonrosada, el antifaz negro que bordea sus ojos o esa larguísima y peluda cola, que tanto le ayuda en sus desplazamientos por el bosque.

 

EL PETAURO DEL AZÚCAR CUENTA CON UN PAR DE “ALAS”

El petauro del azúcar vive en las zonas arbóreas y se desplaza por las ramas de los árboles planeando entre ellas. ¿Cómo?, gracias a dos membranas que le recorren el cuerpo y que se denominan patagios.

El petauro posee dos patagios, uno a cada lado del cuerpo y recorren sus costados casi en su totalidad, desde uno de los dedos de su mano hasta el pulgar del pie de su pata posterior. Estas “alas” que le permiten volar distancias de hasta 50 metros cuentan con la ayuda de un timón natural: su frondosa cola.

Otra herramienta biológica que permite al petauro vivir en las ramas de los árboles son sus manos, las cuales poseen pulgares oponibles que, además de permitirles sujetarse mejor a las ramas, sirven para desparasitar la piel de su familia y llevarse a la boca las distintas cosas que encuentra en el vecindario.

El color original del manto del petauro es gris, con una franja de color marrón muy oscuro o negro que recorre su espalda, desde la nuca hasta la base de la cola. Pero ¿quieres saber una curiosidad? Los petauros en libertad son de color marrón porque su pelo se impregna de la savia de los árboles por los que se desplaza. Cuando cae una tormenta el petauro recupera su color original, una preciosa tonalidad gris perla, que perderá poco a poco en sus aventuras por el bosque.

Los petauros se encuentran en todo el este y el norte de Australia, algunos se han localizado en el sur, así como sus islas cercanas, incluyendo Tasmania y Papúa, Nueva Guinea.

 

UN AUTÉNTICO MARSUPIAL

Los petauros son animales marsupiales y, así, cuando nace su camada se aloja en “la bolsa” que tiene la hembra en la zona de su barriga. No hay problema de saturación, ya que las hembritas petauro sólo tienen una o dos crías cada vez.

Los machos tienen una característica única en relación a los otros marsupiales: tienen un pene bifurcado, el cual actúa por separado.

Los petauros del azúcar alcanzan la madurez sexual a los 7-10 meses. La temporada de apareamiento ocurre generalmente en agosto, pero puede ir de junio a noviembre. El macho dominante es a menudo el único varón en el grupo social, pero es la hembras la que deciden con quién se empareja. El macho se acerca primero a la hembra con la esperanza de aparearse y con la glándula de la frente le frota su vientre. Si ella lo acepta, ella frota su frente en el vientre de él.

El período de gestación es corto, va de 15 a 17 días y nacen de 1 a 3 crías lampiñas, las cuales miden menos de 5 mm de longitud. Los jóvenes se alojan en el marsupio de su madre donde se aferran a uno de los cuatro pezones. Allí permanecen alrededor de 70 días. A los diez días después de nacer abren los ojos y después de un mes están listos para comer alimentos sólidos.

Son unos animales muy ruidosos y además “cantan” entre ellos. Los petauros tienen muchas glándulas odoríferas utilizadas para marcar su territorio. Los machos tienen tres: una se localiza en la frente, otra en el pecho y la última, en la cloaca (abertura de las vías urinarias). La mejor manera de identificar a un macho es que al mirarlo de frente, la glándula odorífera se ve a simple vista.

Estos animales tienen un agudo sentido del olfato y del oído. Son de hábitos nocturnos, por lo que también tienen la visión nocturna muy buena. Tienen una vida de 9 años en el medio silvestre, 12 en cautiverio.

View Comments (0)

Leave a Reply

Your email address will not be published.

Scroll To Top