LOS MOSQUITOS Insectos chupasangre que son nuestros peores enemigos en épocas templadas y lluviosas

LOS MOSQUITOS Insectos chupasangre que son nuestros peores enemigos en épocas templadas y lluviosas

Los mosquitos pertenecen a las casi 2,500 especies de insectos de dos alas incluidas en la familia Culícidos. Se encuentran desde los trópicos hasta el círculo polar ártico, y desde las tierras bajas hasta las montañas más altas. Los mosquitos tienen el cuerpo fino y esbelto, con patas largas y finas.

Las antenas de los machos suelen tener una especie de plumas, mientras que las antenas de las hembras suelen ser mucho más delgadas. El primer par de alas, largas y delgadas, están, a diferencia del resto de las especies similares, recubiertas de pequeñas escamas que contienen nervios o venas. El segundo par de alas, como en el resto de las especies del orden Dípteros, les sirven más para mantener el equilibrio mientras vuelan.

En tiempos de verano, cuando el calor arrecia, se celebran a media noche grandes festines. Los participantes son los malvados mosquitos chupasangre, que se llenan la panza de nuestra sangre, al mismo tiempo que no nos dejan dormir por la comezón que provocan con sus piquetes y por el zumbido incesante de sus alas.

¡Los odiamos a muerte y quisiéramos exterminarlos para siempre! Pero apartemos un pensamiento a favor de los mosquitos, pues sólo las hembras son las que pican, porque requieren los nutrientes de nuestra sangre para nutrir los huevecillos en desarrollo que se encuentran en su interior. Incontables insectos peligran cada noche para adquirir el alimento más rico en proteínas que existe, nuestra sangre. En el sudeste de Asia hasta hay una polilla, la Calpe Austrigata, que ha cambiado su estilo de vida tanto, que de beber jugos de frutas cítricas, ahora bebe el jugo de los mamíferos.

LOS VEGETARIANOS SON “SU COMIDA MÁS SABROSA”

No hay modo de escapar de esta peste, porque los mosquitos son atraídos por el dióxido de carbono que exhalamos al respirar y por el calor corporal. Paradójicamente, los vegetarianos son su comida más sabrosa, porque su aliento contiene más octanol, un alcohol volátil producido cuando el material vegetal es digerido.

De tal forma que en verano usted se arrepentirá de haber comido espinacas o una sabrosa sopa de verduras, aunque trate de aguantarse la respiración. El único remedio es telas mosquiteros encima de la cama, pero hasta eso está fallando, porque los inteligentes mosquitos nos pican al anochecer, antes de que nos vayamos a la cama.

Y si usted, como muchos otros, cree que fumando los ahuyenta con el humo, ¡está completamente equivocado! Porque ya está demostrado que los productos químicos en el humo y los cigarros los atrae como la miel a las moscas.

El ingrediente activo en la mayoría de los repelentes, el dietil toluamida, funciona de manera similar, pero al revés, porque los aleja cuando se les pega a los pelos olfatorios receptores en las antenas.

Durante miles de años, grupos diferentes de insectos han desarrollado, independientemente el gusto por la sangre, por lo que se posan en sus víctimas en diferentes formas.

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LOS MOLESTOS PIQUETES

La naturaleza ha remodelado las partes bocales de los mosquitos y de las chinches de las camas, para formar una trompa taladradora, que trabaja con la precisión de un cirujano. Tan pronto como usted se acuesta, el mosquito aterriza y comienza la búsqueda de sangre.

Cuando se tropieza con un capilar con sangre, es por eso que el mosquito pica y pica, hasta juntar cierta cantidad de sangre. Mientras lo hace, bombea saliva que contiene vasodilatadores, enzimas anticoaguladores para mantener la sangre fluyendo fácilmente.

El propósito de los chupasangre es gastar el menor tiempo posible extrayendo su comida y lo hacen explotando una propiedad de la sangre, que consiste en que su viscosidad varía dependiendo del diámetro de los tubos por donde está fluyendo. En tubos de gran diámetro, las células rojas se distribuyen a través del plasma, comportándose como un fluido normal, pero en tubos de menos de 100 micrómetros, la viscosidad disminuye y fluye rápido, y precisamente los mosquitos tienen tubos de ese tamaño.

UNA FAMILIA MUY NUMEROSA

Como dato curioso, la chinche de cama chupa seis veces la masa de su cuerpo, 300 microlitros en 15 minutos, es como si una persona se tomara 40 litros de agua de un jalón. La mosca tse tse se llena tanto de sangre, que a menudo no puede volar y se aleja planeando nada más. Pero los mosquitos sólo suerben cuatro microlitros de sangre, esto es la millonésima parte de un litro.

Al despertar el individuo afectado, su sistema inmunitario produce histamina para sanar el sitio picado. Mientras eso sucede, los mosquitos hembras depositan sus huevos en el agua, de 50 a 200 huevecillos. Algunas especies lo hacen en agua corriente y otras en charcas de bosques, pantanos, ciénagas, estuarios o bien en agua estancada en charcos, llantas viejas, etc.

Las larvas son acuáticas y presentan, en el extremo del abdomen, un órgano, llamado sifón, que asoman hacia la superficie para tomar el oxígeno que necesitan para respirar. Tienen un aparato bucal masticador y se alimentan de partículas vegetales, detritos e incluso de pequeños animales. Los mosquitos sufren una metamorfosis completa y las larvas, que pueden vivir entre algunos días y varios meses, se transforman en la forma adulta, pasando por una breve fase de pupa. Los huevos y las larvas de los mosquitos constituyen el alimento de peces de pequeño tamaño.

UN “GRAN” PROPAGADOR DE ENFERMEDADES

Los mosquitos son más abundantes en las regiones templadas. Ciertas especies son responsables de la propagación de enfermedades; varias especies del género Anopheles transmiten enfermedades mortales como la malaria. Los mosquitos del género Anopheles se caracterizan por poseer unos órganos sensoriales o palpos en el aparato bucal que, tanto en las hembras como en los machos, tienen la misma longitud que la trompa de succión. Sus alas son manchadas, con unas zonas blancas y otras oscuras.

La especie Aedes aegypti, que transmite el virus causante de la fiebre amarilla, es común en las regiones tropicales. Para controlar las poblaciones de mosquitos se han utilizado insecticidas, así como la desecación de los humedales o charcas donde ponen los huevos.

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