El equipo de gimnasio podría ser la causa de tus problemas de alcoba.
Si tienes menos de 40 años lo más probable es que todavía no estés comprando viagra al mayoreo. Después de todo, la disfunción eréctil es algo que únicamente afecta a tu abuelo, ¿no es verdad? Bueno, pues en un estudio científico llevado a cabo recientemente indica que para mantener intacta a tu salud sexual, lo mejor es hacer ejercicio. Sin embargo, un estudio llevado a cabo en Massachussets reportó que el equipo que utilizas en el gimnasio podría estar echando a perder todo tu esfuerzo. hizo una investigación y te ofrece toda la información para evitar que eso te suceda.
Factor determinante
Vamos a los hechos. De acuerdo con el doctor Irwin Goldstein, del Centro Médico Dartmouth Hitchcock, “la disfunción eréctil es un buen indicador de un padecimiento cardiaco”. Seguramente estarás pensando, vaya indicador, pero cuando el pene no está recibiendo suficiente irrigación sanguínea, es probable que también el corazón tenga sus propios problemas.
Los beneficios de hacer ejercicio
No obstante, hay esperanza para esta situación. Según encontraron en un estudio llevado a cabo en un lapso de 8 años, en un grupo de control compuesto por 706 hombres, realizado por un grupo de urólogos de Massachussets, llevar una rutina de ejercicio regular, en la que se quemen cuando menos 200 calorías diarias, puede ayudar a evitar la disfunción eréctil. Y para quemarlas únicamente necesitas media hora en el gimnasio, o una carrera de 15 minutos (consulta la siguiente tabla).
Los resultados del estudio demuestran que el ejercicio puede evitar la disfunción eréctil, inclusive en hombres que comienzan a hacer ejercicio en una etapa más adelantada de su vida. Los estudios no sugieren que bajar de peso pueda ayudar. Así que aun cuando no desaparezca la llanta de tu cintura, de todas maneras el ejercicio sigue siendo benéfico para tu salud sexual.
Cuida dónde te sientas
Si tú levantas pesas elige un asiento que te ofrezca suficiente apoyo para la parte posterior. De lo contrario, quizás pases a formar parte del 5% de hombres que sufre de daño en los tejidos genitales. Los bancos de levantamiento de pesas que resultan demasiado estrechos con frecuencia tienen el mismo efecto que si uno se sentara a horcajadas sobre la orilla de una barda, apoyando el peso en la entrepierna, lo que podría destruir el valioso tejido genital.
Según nos comenta el doctor Goldstein: “cuando el hombre se sienta en un banco muy angosto, en realidad no está sentado, porque no hay una superficie plana lo suficientemente ancha para soportar su peso sobre los glúteos”. Y el peligro de apoyar todo el peso en una superficie tan pequeña entre las dos piernas es que todo ese peso se apoya sobre el pene. Y no estamos hablando de la parte del pene que puedes ver, sino de la parte interna que conecta con tu cuerpo.
El doctor Goldstein describe la parte interna del pene como una especie de sistema de raíz que se extiende hacia el cuerpo del hombre, y le da soporte a la parte exterior del pene. Su nombre es “crus”, y se refiere a esta parte del pene. Proviene del latín y significa “raíz”.
Cuando uno se apoya abierto de piernas sobre un banco estrecho, tanto el peso del cuerpo como las pesas que se están levantando están comprimiendo el crus, y dañando los cuerpos cavernosos, así como las arterias de erección que irrigan esa área, además de todos los tejidos adyacentes.
Cuidado con las bicicletas
El Dr. Goldstein también advierte sobre los riegos de utilizar una bicicleta: “el asiento de una bici es un área mínima, por lo que debes evitar usarla durante periodos prolongados. Después de todo, ¿a quien le interesa estar sentado sobre un área tan pequeña durante varias horas?
¡Párate del sofá!
Según nos comenta el doctor Goldstein, los hombres que llevan una vida sedentaria se encuentran en el grupo de mayor riesgo de padecer problemas de disfunción eréctil. Otro grupo de riesgo son aquellos hombres que fuman y beben. Los dos hábitos tienen un efecto muy adverso sobre la salud del sistema vascular masculino, y por lo tanto, en su salud sexual, siendo lo peor que los efectos parecen ser permanentes.
Sólo 30 minutos al día
Todo mundo sabe que el ejercicio es lo mejor, siendo suficiente 30 minutos diarios. Así que aprovecha esa media hora a la hora de la comida, o dando una caminata a paso rápido después del trabajo, lo cual puede hacer maravillas por tu salud sexual.
