LA BALLENA AZUL El gigante de las profundidades.
LA BALLENA AZUL El gigante de las profundidades.
La ballena azul es la más grande de todas las ballenas del mundo, de hecho, es el animal más grande en el mundo. La ballena más grande que pudo medirse tenía 30 metros de longitud, mientras que el mayor ejemplar pesado, por partes, claro está, arrojó 136.4 toneladas. Sin embargo, es también muy delgada, debido a la longitud de su cuerpo, que permite que todo el peso se distribuya uniformemente. Como resultado, la ballena azul puede moverse rápidamente en el agua.
Para ayudarse con el movimiento, las ballenas azules tienen aletas muy largas, con un promedio de 10 a 13 pulgadas de largo cuando están completamente desarrolladas. Son capaces de moverse a una velocidad cercana a los 48 km/h en el agua cuando quieren aunque, un ritmo normal para estas ballenas, será de unos 20 kilómetros.
UNA GRAN LEALTAD
Se cuentan muchas historias conmovedoras sobre el cariño que se tienen las ballenas. Si un grupo es atacado por los “balleneros” y una hembra resulta herida, los machos se niegan a abandonarla hasta que muere. Es por ello que los cazadores se aprovechan de tal lealtad y arponean otra antes de que la primera sucumba.
También es muy común que las ballenas se arremolinen en torno a las heridas, y hay ocasiones en las que es posible capturar 10 ó 15 antes de que se disuelva el grupo.
Es difícil reunir datos sobre las costumbres reproductoras de las ballenas, su proceso de reproducción es largo, ya que se inicia a finales del otoño y se extiende hasta el invierno. Se sabe que las hembras maduran cerca de los 10 años de edad y los machos alrededor de los 12 años de edad. También se ha descubierto que al llegar la época de celo, se golpean con sus largar aletas. Estas “caricias” se pueden oír a kilómetros de distancia. El periodo de gestación puede durar hasta un año y los ballenatos de algunas especies miden al nacer unos cinco metros, aunque la ballena azul recién nacida puede medir hasta ocho metros de largo; probablemente vive unos seis meses de la leche de su madre.
Cabe resaltar que las ballenas grises y azules, al igual que otros grandes cetáceos, no tienen más que dos enemigos de cuidado, el hombre y otro animal de su mismo orden: la orca. Aunque la ballena gris tiene el doble del tamaño y corpulencia que la orca, se aterroriza cuando surge una manada de estas últimas.
Existen muchas subespecies de ballena azul, por lo que a menudo se confunden con otros tipos de cetáceos. Se pueden encontrar principalmente en los océanos Atlántico y Pacífico. Algunas han sido identificadas a lo largo del Océano Indico. Solían encontrarse en todos los océanos del mundo, pero la especie, al igual que muchas otras, han sido diezmadas por el hombre.
LA BALLENA AZUL El gigante de las profundidades.
EN OTRA ÉPOCA FUERON MAMÍFEROS TERRESTRES
Es probable que las ballenas hayan sido en otra época mamíferos terrestres. Sus funciones orgánicas son fundamentalmente las mismas que las de algunas especies que habitan en tierra firme.
Durante la inmersión contienen la respiración de una forma asombrosa. Se sabe de ballenas que pueden aguantar la respiración hasta 45 minutos. El aire contenido en sus pulmones bajo presión se calienta mucho. Es por ello que cuando las ballenas salen a la superficie y sueltan el aire caliente, éste entra en contacto con el aire frío, se condensa y forman las conocidas columnas de vapor, que en algunos casos pueden llegar a cuatro o cinco metros de altura.
Las ballenas no tienen órgano vocales, pero cuando expulsa aire, el chorro que pasa a través de las fosas nasales produce un sonido metálico, que en ocasiones se escucha a kilómetro y medio de distancia. Muchos consideran que éste es la “voz” de la ballena.
La carne de la ballena se come en muchos países. En Japón es un artículo de primera necesidad. Es de fibra gruesa y sabe como la carne de venado, pero con un sabor algo peculiar. El análisis químico muestra que la carne de ballena contiene un 98% de materia digerible, mientras que la de vaca corriente rara vez tiene un 93%.
Esfuerzos de conservación han estado en vigor para la ballena azul y la gris desde mediados de la década de 1960. Los números ahora son de alrededor de 12,000 individuos. Algunos expertos creen que puede haber más de ellos en el océano. Esto se debe a algunos posibles avistamientos a lo largo de la región del Ártico, donde una vez fueron muy comunes. Una ballena azul puede vivir una vida muy larga, de hasta 80 años en la naturaleza si estos esfuerzos de conservación se siguen.
Las interacciones con los seres humanos han cobrado un precio muy alto para la ballena azul. Los números que se cazaban eran tan altos que la ley tuvo que intervenir, y gracias a la protección que se llevó a cabo en 1966 no fueron llevadas a la extinción. Sin embargo, con números tan bajos están teniendo problemas para multiplicarse y volver a poblar los mares.
LA BALLENA AZUL El gigante de las profundidades.
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